sábado, 2 de abril de 2011

De su prosa se puede hacer verso






Jean Valjean cuando abandona el presidio.

SÓLO ESQUELETO
Estaba sólo y desnudo
como un niño desnutrido,
con una dieta completa
mi estrcuctura revivió.

De los pies a la cabeza
me han construido y vestido
manos unidas de artista
dándome brillo a los ojos.

Ya ha pasado lo peor
ando firme y sin miedo,
al estar calzado y vestido
con buen abrigo de invierno.

De Jean Valjean a la pequeña Cosette

LINDA MUÑECA
Ese ¡Ay! tan puro y bello
que de su garganta sale,
se ha guardado en mi interior
para convertirlo en arte.

Linda muñequita eres,
rápida en tus movimientos,
quien tu viera tu edad
para agilizar los huesos.

Radiante como una estrella
paso ligero y feliz,
al rodearme tus brazos
tu boquita dice ¡ayyy!

Al acercar tu carita
tan suave como el satén,
pronto notas la esperanza
sólo con rozar tu piel.

Te alejas de las caricias
pues tu instinto percibe
la barba de quien te besa
sin verlas porque son grises.

Pero tu cuerpo chiquito
me abraza con pasión,
por ser la luz de tus ojos
que te quiere con amor.

Jean Valjean es consciente del amor de Cossete por Mario.

LEO EN TUS OJOS AMOR
Anunciando la paloma
llegaste tú golondrina,
para mover con tus alas
las olas de agua marina.

En tu plumaje blanco
brillan los rayos del sol,
resbalan y no te queman
por ser la reina del sol.

Al recordar tu niñez
mi mente ha retrocedido,
asimilando a la vez
lo mucho que tú has crecido.

Reflexión de Jean Valjean ante la idea de ser perseguido por las institucines.

SENTIMIENTO
Sentimiento y alegría,
sufrimiento y libertad,
son cuatro cosas distintas
por donde hay que pasar.

Entre lo bueno y lo malo
que a mí me toque vivir,
paso las noches en vela
pensando en el por venir.

Jean Valjean momentos antes de morir.

ASÍ LO DESEO
Tiene que llegar el día
la fecha nunca se sabe
que se pare el corazón
y se coagule mi sangre.

El día que eso suceda
no quiero veros llorar,
solamente que mi cuerpo
con su llama alumbrará.

No quiero fosa ni nicho,
y tampoco complicaros
sólo me gusta una flor
al lado de mi retrato.

sábado, 19 de marzo de 2011

El cristianismo ayuda a la salvación en la obra

En Los Miserables se esconde un claro mensaje religioso, que se hace más palpable en la figura de un personaje como es el obispo de Digne. Como ya se ha comentado anteriormente aquí es donde se ve el segundo cambio de Jean Valjean hacía el bien.
Si atendemos a los parámetros de la religión cristiana, el hombre tiende hacía el bien al estar llamado por Dios, que es el Bien Supremo. Por otro lado, encontramos el mal pero puede corregir su equivocación y andar a la caza de la salvación.
Conforme menciona Santo Tomás:
(…) la pasión y la muerte de Cristo se refieren propiamente a la remisión de nuestras culpas, permitiéndose así morir al pecado, mientras que su resurrección se refiere a nuestra justificación o renovación de la vida por la gracia (…)
Myriel demuestra su compasión de hombre compasivo y ofrece así su educación a Jean Valjean, quien ha sido deshumanizado por un sistema que lo trataba como un número más haciendo referencia a su condición de presidiario, y conseguir que logre el perdón de sus pecados:
A raíz de este hecho, Jean Valjean hace todo lo posible para intentar ser un hombre nuevo, capaz de avanzar en la sociedad y servir siempre desde lo que le dicta su interior; y desde ese momento no es otra cosa que el bien. Pero al que las instituciones lo hicieron ocultarse casi en la mayoría del relato.
Ante esta frase ya observamos que lo que llevo a Jean Valjean a hacer el mal en un momento de su vida sólo fue causa de una equivocación, la cual le marcará toda su vida tanto consigo mismo como con el resto de la sociedad. Pero a pesar de ello, es un ser que se siente capaz en todo momento de superar ese sufrimiento, afrontar la adversidad, llegando incluso a reinstaurarse en la sociedad y adquirir una formación que nunca hubiese creído posible.
En un momento del relato su cambio parece fracturarse debido a la aparición de Champmathieu, un hombre al que la ley ha confundido con él. Aquí se encuentra ante una encrucijada, por un lado descubrirse ante el tribunal de Arras y regresar a la vida de presidiario o por el contrario no intervenir y que sea este hombre el que ocupe su puesto en la prisión. La decisión final la lleva a cabo según su sentido común:
Por el contrario, entregarse, salvar a ese hombre, objeto de tan funesto error, tomar su nombre, volver a ser por obligación el presidiario Jean Valjean, era verdaderamente acabar su resurrección, y cerrar para siempre el infierno de que salía (…)
Después de todo, es la preocupación y las promesas realizadas sobre la pequeña Cosette lo que le conducen a seguir por el camino del bien: ir a buscarla, acompañarla, educarla, hacerla una persona de bien y plenamente feliz. Él se convirtió en ese padre que no tuvo y ambos colmaron así la falta de cariño que experimentaban.

Cambios en los principios religiosos y filosóficos de J Valjean en la obra

Jean Valjean, es el protagonista del relato. Hijo de Juana Matieu y Juan Valjean, seguramente contracción de voilá jean, ahí está Juan. Se trata de un hombre de pueblo al que se lo nota el transcurso de los años, en lo canoso del cabello que hace que se le acabe conociendo por el mote del señor Blanco. Es un hombre con una gran fuerza de espíritu a pesar de todo lo vivido. Su horror comienza cuando al ver a su familia hambrienta no puede pensar en otra cosa que en acabar remediando ese problema y por ello, es conducido a romper el cristal de una panadería para robar pan. Así, empieza su ocaso siendo encarcelado por el hecho cometido. De esta manera, Jean toma conciencia de la inquietud cometida y su natural bondad decae al tener que hacerse duro para afrontar la cárcel y comienza a odiar a Dios y a la Humanidad:
Sin embargo, su deseo de libertad lo llevan a la fuga y lo único que consigue con ello es alarga su pena.
Ante tal situación podemos observar como en esta evolución encontramos la filosofía de Rousseau en su obra El Contrato Social, donde dice: “El hombre es bueno por naturaleza pero se hace malo por culpa de las instituciones sociales”.
Después de acabar el cumplimiento de su condena, sale llevando consigo un pasaporte que apunta su condición de forzado. Todo él ha experimentado un cambio profundo, se ha vuelto un ser antisocial que no sabe como volver a subirse al carro de la sociedad.
No era un ladrón pero los años en el presidio calaron en su ser. Tras su salida del presidio observó que no había hueco para él en un lugar irremediablemente injusto, y se decantó por robarle a un gran hombre como era Monseñor Myriel al que le quitó sus candelabros de plata y más tarde, fruta a un niño.
Ante estas dos acciones Valjean fue haciéndose consciente de sus bajezas y humillaciones, por lo que se propone reinsertarse y volver a ser un hombre de bien:
Termina logrando su propósito y esto según Víctor Hugo se debe al exclusivo valor del bien que acompaña al individuo desde el primer instante en que ve el mundo, siempre influido por las ideas revolucionarias así como las del autor Jean Jacques Rousseau.
Pero a pesar de su cambio, como un hombre nuevo que alcanza una favorable vida bajo el nombre de señor Magdalena, las instituciones y la sociedad se empeñaron en destruirlo volviendo a poner sobre la mesa su pasado. Además, a lo largo de toda la obra sigue siendo perseguido como si los responsables de llevar a cabo el cumplimiento de la ley pensaran que quien obra mal en un determinado momento de su vida no puede reinsertarse y acabar haciendo el bien.

Denuncia social latente en la obra

Los Miserables son además de una historia para la gente, una obra con intensa denuncia a las inquietudes de la época donde el progreso no es una prioridad para la sociedad. Pero esto no queda así, pues el hambre se ensaña con los pobres y la ignorancia los convierte en carne de presidio. En el relato, el autor da especial interés a dos grupos desprotegidos como son las mujeres que terminan perdiendo toda inocencia y los niños, quienes no tardan en convertirse en seres viciosos.
Como ejemplo de mujer, encontramos la figura de Fontina , una joven que acaba perdiendo el pudor. Era muy guapa, con ojos azules, cabello largo, delicado perfil, cutis fino y delicado. Había viajado desde su pueblo a París con 15 años para buscar fortuna, pues no tenía ningún familiar.
En la ciudad, se enamora y acaba entregándose a un hombre que termina abandonándola en cuanto se entera de que la joven está esperando un hijo suyo. Así, se inicia la caída del personaje femenino en la más absoluta de las miserias; desde ese momento tosa su vida girará en torno al bienestar de su hija que no se encuentra con ella sino que será cuidada por el matrimonio Thénadier. Pero las exigencias de estos últimos por sacarle más y más dinero llevan a Fantina a prostituirse, a vender sus cabellos, dientes frontales y no teniendo cómo hacerse con la cantidad necesaria:

“Vaya –dijo_, vendamos el resto. La infortunada se hizo mujer pública”.
Tanto el hambre como las malas condiciones de vida van haciendo de Fantina una mujer irreconocible y vulgar; pero a pesar de todo su moral no cambia, su corazón y sus intenciones se mantienen hasta el final de su vida. Ella intenta por todos los medios no tener que ejercer la prostitución; pero es imposible ya que la sociedad no la ayuda.

Javert, inspector de policía nació en prisión donde se encontraban sus padres, cosa que él detestaba. Se le describe con nariz chata, con dos profundas ventanas, enormes patillas, labios delgados, mucha mandíbula, mirada oscura, aire de mando feroz.
Lleva su sentido del deber hasta tal punto que toma como revancha personal encontrar a Jean Valjean para hacer pagar sus culpas. Además, en ningún momento tuvo en cuenta que los males cometidos por el presidiario eran ínfimos en comparación con las buenas acciones que llevó después, pues las leyes eran incuestionables e infranqueables, así:
De todo ello, se puede decir que Javert tiene una visión donde es la razón la que guía la voluntad y le señala el camino del bien moral, al respetar las leyes que pueden emanar de uno mismo. Pero a su vez, entra en contraposición con su sentido común ya que la persecución sólo la lleva a cabo con la idea de quitar la libertad de Valjean que demostró que sus concepciones estaban equivocadas. Cuando se da cuenta de sus errores decide suicidarse y es Valjean, quien le perdona la vida. Así acaba derrumbando todo su sistema de creencias.
La familia Thénadier, unos hurones posaderos que se quedaron a cargo de Cosette vienen a representar el egoísmo y la avaricia de cierta parte de la sociedad que estando en una posición ínfima consigue convertir la pobreza en motivo de bajeza. Intenta sacarle a Fantina cada vez más cantidad de dinero haciendo creer que es para el bien de su hija enferma cuando en realidad es para su progreso, además la niña no es otra cosa que la criada de ellos.
Él es pequeño, delgado, pálido, anguloso tiene unos 50 años al comienzo de la historia. Su mujer es alta, rubia, colorada, gruesa y de unos 40 años de edad. Las hijas eran hermosas pero por las vicisitudes de la vida tuvieron un final poco prometedor. Gavroche no es descrito en ningún momento por el autor, sólo se sabe que es un muchacho de 11 años. Es un fuerte símbolo pues consigue sobrevivir por las calles de París gracias a su perspicacia. Víctor Hugo dice de él:

Será un defensor de la revolución y terminará muriendo en ella.
El padre de familia es lo opuesto a Valjean, pues en lugar de querer superarse ante la miseria en la que le ha tocado vivir, lo que hace es alimentar su odio hacía los demás:
Su mujer es una madre con poco espíritu maternal y esto es más palpable cuando es capaz de vender a sus dos hijos y sólo deja con ella a Eponina y Azelma.
La primera guarda bondad en su corazón y puede observase cuando da la vida por Mario al que amaba profundamente.
Se puede decir que tanto ella como Gavroche consiguen a pesar de la miseria llevar a cabo grandes sacrificios desinteresados que los alejan de las mentes mezquinas de sus padres. Prueba de ellos es que Thénadier cuando tiene la oportunidad de terminar con todo lo anterior la rechaza y termina convirtiéndose en vendedor de esclavos en América.
Mario era abogado y sus ideas habían sido adquiridas por la educación dada por su abuelo. Pero sus ideas monárquicas cambian cuando conoce a su padre, un coronel bonapartista. Todo ello lo conduce a formar parte del grupo revolucionario de 1832, observándose desde ese momento el cambio en la propia ideología del autor.
Mario es un personaje que refleja la dualidad de esa época: hombres jóvenes abocados al progreso de la nación, contrarios a los ancianos como el señor Gillenormand.
En definitiva, Mario es como el autor y como la obra en su generalidad, un chico preocupado por las cuestiones sociales y a la vez un romántico.

Técnicas literarias de la obra

-Extensas y detalladas descripciones como es la de la Batalla de Waterloo, las alcantarillas de París, la Restauración de 1862… Son descripciones que no enganchan al hilo del relato aparecen ajenas, rompiendo el ritmo narrativo. Además, producen aceleraciones, frenadas, seguidas de dilatas estancias en comarcas.
Un ejemplo lo encontramos en las páginas 296 a 302 de "Los Miserables" Víctor Hugo, Ed Barcelona 2005
- (se lee en clase)
Tendencia a lo histórico
, tanto en la forma de la narración y los temas tratados. Historia de los acontecimientos que cambian la faz del mundo: historia social (retrato del gran burgués) donde las clases sociales quedan perfectamente delimitadas según un desesperante esquema económico, historia de las mentalidades (evolución ideológica, pues el autor comienza siendo monárquico, posteriormente se interesa por el liberalismo de Le Globe…)…
-Debe mucho a la novela negra: Walpole, Radchiffe y Lewis.
-Abundan las persecuciones, el suspense, los personajes de una pieza; la historia de buenas y malos que se remata con algo de color local.
- Destacar la implicación de Víctor Hugo en los problemas sociales de la época; pero sin olvidarse de algunos rasgos típicos del romanticismo mediante la utilización de recursos literarios tales como metáforas, comparaciones y referencias mitológicas. También, usa frases cortas, ritmo jadeante, yuxtaposiciones….
- Hace irrumpir lo poético en lo discursivo y lo cósmico. De su carácter poético el escritor Dostoisvski ha dicho: “Víctor Hugo, como poeta lírico, tiene un carácter angélico y un mensaje juvenilmente cristiano; en esto nadie puede comparársele”.
Además, se observa como es una novela que empuja de abajo hacia arriba como es el caso de la Divina Comedia. Con ello, el héroe Jean Valjean se convierte en una especie de profeta maldito, Cristo redimido….